La sala de cine

La tradición de ver cine en público me parece una idea aberrante, el trastorno que se sufre al compartir emociones con cien personas debería ser abolido; el de verlo con una sola también. Esas emociones aparentemente comunales se estrellan sorpresivamente en el espectador que no comparte, demasiada sorpresa implica un film como para ir a presenciar cien mas delante de la pantalla.
Hay lugares donde la gente suspira al mismo tiempo en determinada escena, otros donde los sollozos parecen venir de un coro previamente ensayado y generalmente el tumulto rompe en aplausos al final de tan pasajero suplicio, como si todos los espectadores fueran sacados de un mismo cajón programados para recibir una pasión colectiva en el minuto exacto.
El acto de digerir semejantes impresiones en cualquier película requiere factores de privacidad como el de tener cubículos personales en cada sala, algo parecido a los baños públicos divisionales que evitan salpicar al de enseguida con los propios sentimientos corpóreos.
3 Comments:
Demasiado antisocial para tocar en el Hunters... jeje.
Un abrazote Leyva!
Tania.
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Anonymous, at 5:10 PM
Asi es, esa es la idea del cine y de muchas expresiones artisticas, muy hermitaño pensamiento, pero... cada cabeza es un mundo.
Alx
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Anonymous, at 2:12 PM
...amén...
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Anonymous, at 8:18 PM
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