3x in da house

Ibamos camino a la inauguracion del historico Dojo y no habia nombre para la nueva sociedad acustica recien formada por tres desconocidos asi que se me ocurrio que fueramos los 3x.
Desde ese dia con una increible entrada de siete personas y unas bocinas que sugerian a esas siete personas visitar otro antro, terminamos un año despues en la inadvertida clausura cuando el antrito estaba encumbrado.
Esa noche en lugar de encontrarnos con los ridiculos covers y las filas de ventanilla publica a lo largo de las cuadras, vimos la grotesca escena de un bar desolado con un horrible piso de cemento abandonado por su mobiliario; uno de los gerentes estaba recargado en forma de parentesis en la barra mientras un mesero de fidelidad sanchista le propinaba el penultimo tequila de esa noche y de esa historia a su Quijote destrozado por los implacables molinos de gobernacion, el lugar se asemejaba a un teatro sin gente, era la misma sensacion de dispararle a un pato muerto, solo que los patos eramos nosotros.
Asi fuimos visitando varios bares de la ciudad hasta llegar a tocar en todos, digo todos porque en los que no se ha parado 3x no se puede considerar un bar. Fuimos requeridos para bautizos, bodas, piñatas y todo evento que se convierte antisocial en el momento en que tienes a un niño mordiendote la pierna mientras interpretas 'wish you were here', o cuando la bisabuela del bautizo de alcurnia se te instala en el microfono como un planton de protesta por no tocar un bolero que ni su mama (presente en el evento) conoce, y el planton despues de una hora tiene que ser socavado por la milicia local.
La banda siguio tocando en otros lugares y agregando mas miembros a la aventura, yo me fui por un tiempo con mi guitarra a formar parte de la ambientacion de algunos bares reprimidos donde no aplauden ni cuando su equipo mete gol. Siendo una maceta de ambientacion sonora como ejecutante de piano lounge, los 3x y yo comenzamos otra etapa de carreras paralelas hasta que hace unos dias nos juntamos de nuevo para tocar...en un bar gay.
Cuando el ambiente de algun lugar no es el tuyo se puede tener la sensacion de estar en una ciudad desconocida asi que mi sensacion esta vez era la bonita atmosfera de una pulqueria defeña pero con banderas de arcoiris y peliculas de Hector Suarez, estuve a punto de pedir un curado de avena para llevar y salir corriendo de ahi cuando vi a una rubia de cejas negras y cara de hombre cantando un tema de Vicente Fernandez, de esas de galleros profesionales muy hombres.
Mi conato de fuga fue aplastado por una voz con timbre de cobijero en feria que salia de las bocinas y exhortaba a la ''gente bonita que nos visita esta noshe, como no, a escushar al mejor grupo de shiwawa...con ustedes LAS TRES EQUIS!!!, un aplauso muy fuerte por favor..''
Esa no fue una invitacion sino una obligacion a subir al escenario cargando encima el peso de LAS TRES PUTAS EQUIS...mi sensacion de poeta incognito juerguista en algun bar de malamuerte paso a convertirse en un terror publico cuando mis rodillas comenzaron a temblar como las de Ronaldo...ya estaba en la cancha, habia que terminar el juego.
La gente bailo, y pidio otra cancion mientras el cobijero interrumpia la ultima rola anunciando ''el aplauso fuerte al grupazo de shiwawa..'' en una manera sutil de decirnos: bajense a la chingada.
Nuestro pago fue una cerveza (para cada uno eso si), y una bonita experiencia.

Si quieres conocer la aventura en turno de 3x visita Capitol City todos los viernes y sabados, Perif. de la juventud a un lado de Hampton Inn.

El 19 de Septiembre 3x se presenta en el concierto acustico de Chetes en el Bar-Baro.

Te esperamos.